El 18 de septiembre de 1910, la maquina alemana Esslingen Nro. 10 se dirigía desde la estación Juncal hacia Portillo con un tren de 5 carros. Cerca del KM 59 y en plena subida con cremallera, el maquinista José María Ríos se percata de una abundante perdida de vapor, inmediatamente aplica el freno de aire y luego el freno a mano, pero esto produce la rotura del piñón de la cremallera, con lo cual la formación que hasta ese momento estaba circulando en subida con un gradiente muy elevado (de alrededor del 7%), queda sin gobierno y empieza a bajar cada vez a mayor velocidad, volviendo a realizar el mismo camino pero en sentido contrario, con la locomotora al final de la formación. A unos 3km del desperfecto y luego de pasar por el túnel Nro. 12 y la Quebrada de San Francisco desbarranca en km 56.300.
Como consecuencia de este accidente, mueren tres personas, el maquinista Ríos, un fogonero y un guarda. Según las crónicas de la época, el hecho se produjo por un mal diseño de la locomotora pero sumado a esto, la deficiencia en las instrucciones que recibían los maquinistas y la falta de preparación por parte del Trasandino.
Tiempo después la locomotora accidentada fue recuperada en los talleres de Los Andes y siguió en servicio como la Nro. 3350, por lo menos hasta el año 1960, quizas incluso unos años más. Por esos años sufrió daños de consideración y se decidió no autorizar su reparación, dado que ya estaban recién llegadas las locomotoras eléctricas tipo 200.

Hoy día aún sigue comentándose que la Esslingen Nro. 10 (nombrada originalmente Nro. 9), se encuentra bajo tierra y piedras a pocos metros de la Quebrada de San Francisco, un deslave posterior al accidente la habría sepultado. Entre algunos circula la idea de que no pudo ser recuperada de la barranca y en diversas oportunidades se ha organizado su búsqueda con equipo especializado, sin ningún éxito. Pero una reconstrucción de los hechos mediante las fotografías permite confirmar, que la Esslingen Nro. 10 en la década de 1940 sale del túnel internacional en dirección a Caracoles. Otras fotografías posteriores muestran a la Nro. 10 arrumbada en Los Andes donde finalmente fue desmantelada y convertida en chatarra.

Esslingen nro. 10 tunelFotografía de la década de 1940.
Esslingen nro. 10 Los AndesFotografía seguramente de la década de 1960.
  • Esslingen nro. 10 km 55
  • Esslingen nro. 10
La locomotora alemana Esslingen del FCTC, fabricada en Stuggart.
  • Esslingen nro. 10 accidente km 56
  • Esslingen nro. 10 accidente km 56
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  • Esslingen nro. 10 accidente km 56
  • esslingen FCTC accidente
La locomotora alemana Esslingen Nro. 10 en el accidente del KM 56 del FCTC.
  • Esslingen nro. 10 km 56
  • Esslingen nro. 10 km 56
Lugar del accidente de la Esslingen Nro. 10 del FCTC.

Debajo, un documento interno del F.C.T.C. informando sobre el accidente del 18 de septiembre de 1910.

Traducción del documento de arriba que menciona el accidente de la Esslingen:

Lamento informar que ayer el tren en funcionamiento Nº3, Locomotora Nº10, conductor Juan M. Ríos falló, volvió sobre las vías desde el km 59 al 56 donde descarriló, y rodó sobre la ladera destruyendo completamente los vagones argentinos Nº 8, 9 y 65; tres vagones de ganado y dos vagones de ganado de nuestra propia compañía. La locomotora Nº10 está completamente destrozada y probablemente ya no pueda volver a funcionar. Es seguro que los vagones y los vagones de ganado son irreparables.

El conductor Ríos murió, el fogonero quedó herido, así como un guarda. El accidente se debió a la ruptura de un perno del tubo de vapor en la caja de humo, que permitió que el hervidor se vaciara en la caja de humo quemando inmediatamente al conductor en la cabina.

Es imposible saber si se aplicó el freno en seguida, pero que estaba activado al momento del descarrilamiento es evidente ya que las ruedas evidencian muestras signos de haber estado trabadas un tiempo.

Es probable que habiendo tomado tanta velocidad antes de frenar, todo se destrozara al aplicar el freno, dado que el motor de cremallera entero fue destruido un tiempo antes de llegar al sitio de descarrilamiento.

Hay más de una parte en estos diseños alemanes (ambos Borsig & Esslingen) donde la vida de conductor y pasajeros dependen de un tornillo, confío en que usarán esto como una forma de señalar lo poco deseable de comprar futuros insumos en esa dirección. No hemos tenido más que ansiedad con estas locomotoras alemanas, mientras aquéllas construidas en otro lugar han cumplido el trabajo con menos de la mitad del mantenimiento y sin fallas.

Informacion rescatada del servicio de locomotoras y autocarriles en Los Andes (Chile).

Según este documento interno de la maestranza de Los Andes, en septiembre de 1960 la Esslingen Nro.3350 ( ex Nro. 10 ), estaba disponible para su uso y su cuenta-kilómetros marcaba 40.628 km.
En octubre de 1960 está en reparación. Su futuro al servicio del F.C.T.C. tenia los dias contados.
Gracias a Sergio Carmona Malatesta del ACCPF por su desinteresada colaboración.

MEMORIA DEL TRANSANDINO

Memoria del Ferrocarril Transandino

En el último libro de Luis Ríos Muñoz, se hace mención a éste accidente. Con la debida autorización del mencionado, transcribo parte del texto:

» A pocos meses de haberse puesto en funciones el Ferrocarril Transandino por Juncal,  José María Ríos fue protagonista del primer accidente con consecuencias fatales que tendría este servicio en sus 74 años de existencia.

El convoy que manejaba el día domingo 18 de septiembre de 1910 con 5 carros rejas y 3 de pasajeros vacíos arrastrados por la locomotora número 10 entre Los Andes y la frontera, “en el kilómetro 59 (entre Juncal y Portillo) quedó instantáneamente la máquina sin manejo a causa de haberse roto el tubo de retención de vapor, causa muy difícil de prever, por lo que consideramos una gran desgracia imprevista”, señala una publicación del periódico La Restauración de Los Andes.

La publicación agrega que “por esta causa se vino el convoy hacia bajo, por ser demasiado fuerte la gradiente en esa parte, i serles materialmente imposible al poco personal apretar las palancas por más sobrehumanos esfuerzos que hicieron”.

La Restauración en su información sobre el accidente ferroviario, añade que “el tren recorrió desde el kilómetro 59 hasta el 56,5, en donde la gran velocidad que traia le hizo saltar de la línea, viniéndose hacia el río, destruyéndose completamente el material con una pérdida aproximada de 300 mil pesos, pues será mui difícil aprovechar algo”.

Añade el periódico andino que “en este accidente hubo de lamentarse la irreparable pérdida del maquinista señor Ríos, el más antiguo i meritorio maquinista del Transandino, que falleció a causa de la explosión del vapor, el que lo arrojó fuera de la máquina estrellándolo contra un peñasco; el fogonero i un palanquero, que fallecieron a las pocas horas en el hospital de esta ciudad donde fueron traidos.”

“La empresa -dice la Restauración-, representada por el Sr. Mac. Ginnes ordenó que los funerales, tanto los de Rios como de los otros empleados, fueran exclusivamente de cuenta de la compañia». Termina indicando la publicación que “los del Señor Rios se efectuaron el lunes 19 en la tarde, asistiendo un numeroso acompañamiento, contándose en los jefes superiores de la Compañía i miembros la Sociedad de Artesanos e Industriales, a la cual había pertenecido, dejando de ser socio hará poco más de un año”.»

Autor: Ríos Muñoz, L.( 2022 ) Memoria del ferrocarril Transandino. Los Andes, Chile. email: luisrios@elandino.cl